viernes, 27 de mayo de 2016

Leyendas

La lavandera nocturna



La leyenda de la lavandera nocturna es una historia triste que tiene como escenario los lavaderos del barrio de Xalattic en Xalapa, cuentan que hace mucho tiempo había una mujer que siempre iba a lavar ropa a ese lugar, pero ella concurría de noche, siempre se quedaba hasta bien entrada la madrugada lavando sin descanso, un día estaba en medio de su trabajo cuando un borracho la vio y quiso propasarse con ella, entonces la lavandera se defendió pero en medio de los empujones se resbaló y se cayó, se golpeo la cabeza al caer y producto de aquel golpe murió. Dicen los lugareños que desde ese día el alma de la lavandera ronda el lugar, aparece todas las noches y aseguran testigos que puede escucharse el ruido del fregado, el chapoteo y un leve canto de mujer, es la lavandera que aun continua en aquel sitio, dicen que es porque en vida dejó algo inconcluso y no se irá de allí hasta poder realizar dicha tarea.



El callejón de la calavera



Cerca del Parque de Los Berros hay un callejón empedrado que los xalapeños llaman de La Calavera. Cuentan que allí vivia un matrimonio que se llevaba muy mal por el alcoholismo del marido.

Una noche, éste llegó como siempre borracho a su casa, donde lo esperaba enfurecida su mujer por ciertos rumores sobre su infidelidad. Cuando el esposo le pidió de cenar, ella lo atendió de mala gana y le dijo que mejor se fuera a dormir; incluso, salió a comprarle una botella de licor para que el hombre bebiera más y se durmiera pronto.

Al dar los primeros ronquidos, loca de celos, la mujer se fue al patio a buscar un hacha, regresando con la obsesión de cortarle la cabeza; efectivamente así lo hizo, quedando las cobijas tintas en sangre. Pensó:

-"Ya pasaste de tus 'sueñitos' al sueño eterno."

Con frialdad, envolvió la cabeza en una manta y la guardó en un tenate con cal; después metió el canasto debajo de la cama, enterrando el cuerpo en medio de la pieza.

Como los vecinos no veían a la pareja, avisaron al propietario del patio que nadie salía del cuarto. Por lo tanto, dieron cuenta a la policía, quien después de una minuciosa revisión, encontró el tenate con el cráneo y el cuerpo sepultado, pero ya en estado de descomposición.

Este crimen motivó para que se conociera la calzada como Callejón de la Calavera.

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